Resiste la degradación por fraccionamiento térmico, la oxidación por las altas temperaturas y ofrece un templado que no afecta la estructura del acero.
Desarrolla un enfriamiento controlado del acero y combina la alta velocidad inicial del templado por el agua con la lenta velocidad de templado del aceite. Su alto punto de inflamación minimiza el riesgo de incendio.
Por su baja viscosidad permite la caída del lubricante, evitando las pérdidas de arrastre con el material templado.