Se utiliza en forma de emulsión con agua que se prepara agitando y añadiendo el aceite al agua (nunca lo contrario) en concentraciones que varían del 1 al 15%, según los requerimientos de refrigeración y lubricidad.
Se emplea en el mecanizado de metales tales como cortes de sierra, taladrado, mandrilado, fresado, torneado, roscado, etc.
También se emplea para la protección de metales contra la oxidación y en algunos casos para protección de corrosión en sistemas de refrigeración de motores diesel estacionarios.
También puede ser usado como desmoldante en la industria de la construcción.